No confundas el Amor con la trampa de la dependencia emocional
No confundas el Amor con la trampa de la dependencia emocional
En la relaciones de pareja es necesario cierto nivel de dependencia sana, ya que si la independencia emocional fuera total no tendríamos una relación equilibrada, ya que eso nos puede llevar a la falta de objetivos comunes.
Sin embargo, si uno de los dos cónyuges tiene un alto grado de dependencia, la relación con el tiempo se desequilibra notablemente y se torna poco saludable, pudiendo ocurrir que la persona dominante incremente su autoridad hasta tal punto que llegue a anular y/o maltratar física y/o psíquicamente al dependiente.
Incluso hay estudios sobre el perfil más habitual que eligen las personas con alto grado de dependencia emocional; personas narcisistas y manipuladoras, poco empáticas. Personas que parecen muy seguras de sí mismas y que creen poseer habilidades fuera de lo común.
En el fondo, tras una dependencia emocional elevada, se encuentra una baja autoestima y un alto grado de inseguridad, incluído un gran temor a estar emocionalmente solo. Esto también repercute en la relación, ya que lo que realmente mantiene el vínculo entre la pareja es el miedo a que esta se acabe.
¿Cómo identificar si tengo un rasgo elevado de dependencia emocional?
Algunas personas son propensas a establecer relaciones de dependencia, entre las características más comunes que comparten, las que nos ayudan a identificar este rasgo son una tendencia a anular nuestros deseos en favor de la otra persona, la necesidad de involucrar a la otra persona en todas nuestras actividades, pedir su opinión ante cualquier decisión. Cuando nuestra felicidad se centra en nuestra pareja o si nos resulta complicado defender una opinión opuesta a la opinión de la otra persona. Tener un miedo constante a perderla o sentimientos de culpabilidad por diferir con ella. Dejarnos manipular con facilidad por nuestra pareja, tener la sensación de que la relación se convierte en un vaivén emocional o desarrollar una tendencia al aislamiento social.
Los dependientes emocionales no suelen ser capaces de darse cuenta de los efectos que tiene en su vida diaria su dependencia. Estas personas tienen tendencia en encontrar parejas con unas características muy concretas; una autoestima elevada- que compense la falta de autoestima de la persona dependiente-, un rasgo manipulador, dominante o posesivo. Esas personas que exigen pero no se aplican sus propias normas, rasgos narcisistas de personalidad, personas frías y distantes pero con encanto y sentido del humor de puertas afuera.
Algunas consecuencias de la dependencia emocional son una identidad afectada que se caracteriza por un yo débil, puede aparecer ansiedad, depresión, fobia social, falta de autosuficiencia emocional, de opinión propia, inseguridad, dificultades en el entorno laboral, sensación de inferioridad, vulnerable a la manipulación…
Cuando la relación llega a un punto de maltrato físico -o psicológico-, el persona dependiente soporta desprecios, humillaciones y está dispuesta a obedecer a todo lo que proponga su pareja por el miedo a ser abandonada.
El círculo vicioso
La persona afectada es capaz de reconocer el maltrato, pero no tiene la capacidad de terminar la relación por estar enganchada emocionalmente a su pareja. La dependencia emocional en la pareja puede conducir a una situación extrema de círculo vicioso.
Ocurre cuando en un momento dado la relación termina rompiéndose; pero al poco tiempo el dependiente intentará a recuperar su expareja incondicionalmente. Si la expareja genera expectativas de reconciliación, el dependiente emocional reiniciará la relación como si no hubiera pasado nada.
Para el dependiente esta situación afecta de forma negativa a su autoestima, y a su salud física y mental, llegando a pasar por síntomas de ansiedad, depresión y pensamientos obsesivos. Y pese al malestar y al sufrimiento que la relación de pareja les causa, se sienten incapaces de dejarla.
¿Piensas que necesitas ayuda profesional para romper un enganche emocional o realizar un cambio vital en tu vida?
El primer paso es conocer y aceptar nuestros rasgos de personalidad y ser conscientes de que esta situación emocional no es sana a largo plazo.
Puedes probar y escribir en una lista aquellas cosas que haces por amor y que no perjudican como persona y otro con aquellas que haces o aguantas que si influenn negativamente en tu salud y bienestar.
Si reconoces que puedes ser una persona emocionalmente dependiente, te aconsejo redactar una lista de aquellas cosas que haces por amor y que no te perjudican como persona. Al reverso haz otra con aquellas cosas que haces -o aguantas- que sí influyen negativamente en tu salud y bienestar.
Valora si has dejado de lado otras relaciones o amistades importantes, si has cambiado tus actividades cotidianas de forma drástica al favor de la otra persona. También debes pensar si estás siendo tratada correctamente en esta relación, si has sufrido o sufres daño.
Si decides que necesitas asesoramiento profesional, te puedo ayudar a tratar el rasgo de dependencia emocional y mejorar los problemas derivados de una relación con dependencia y enganches emocionales de forma eficaz.
Puedes consultarme acerca de la terapia a seguir a través de mail a info@psicologanuriaortega.com, utilizando nuestro formulario de contacto o, si te resulta más sencillo. por whatsapp al 633 545 403.











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