Estoy de bajón, estoy deprimida…

“A menudo es necesario llegar al máximo agotamiento para PONERSE en camino”
Rafael Argullol.
“Tenía tantos bajones que al final decidió vivir en un sótano”
Carmen Canet.

A veces nos sentimos despersonalizados, surge un distanciamiento emocional hacia todo y todos. Nos  dejamos llevar por la desgana; aparece la falta de interés generalizada. Nos inunda un cansancio psíquico y físico. Una inmensa desmotivación, una especie de “me da igual todo”, un «estoy de bajón».

Pasan los días, y nos convertimos en espectadores pasivos de la vida, nos da pereza interactuar activamente en ella. No nos interesa nada y sólo sentimos un gran agotamiento ante todo.

Es importante poder discriminar este estado para no caer en la espiral de la apatía y la depresión, y terminar aceptando este estado de padecimiento como algo normal. “Vivir por inercia”, una inercia vacía de ilusiones, sin alegría, energía ni esperanza.

Si analizamos nuestros pensamientos percibimos que están repletos de distorsiones tipo; no merece la pena nada, no puedo más, y que más da, todo es muy difícil, nada me interesa, nada cambiará, etc…

Estos pensamientos distorsionados configuran tu estilo de vida, provocándote una insatisfacción generalizada, un gran agotamiento.

No conformarnos como define la gran Carmen Canet y sus aforismos “que las  luces sean de bajo consumo”

Hemos de interpretar este agotamiento, no como un obstáculo -que nos paraliza- sino como una señal para ponernos en el camino de la solución. Realizar terapia es una buena opción para ayudarte a dinamizar y eliminar esa apatía, para devolverte la ilusión, el interés, la motivación y la alegría.