Al corazón le gusta correr riesgos, tendría también que cubrirlos los seguros.
Carmen Canet

Hay que desterrar el mito que los psicópatas son unos monstruos que asesinan, que están locos, etc. Actualmente a nuestro alrededor podemos toparnos con psicópatas que están perfectamente integrados en la sociedad, encantadores, con una imagen pública impecable, y que al principio nos encandilan. No tienen conciencia moral, son muy manipulativos, te chupan tu energía…

Puede ser nuestro jefe, nuestra pareja, conocidos, amigos o alguien de nuestra familia… Y no están locos: Son depredadores camuflados. Un trastorno que no reconoce sexos ni géneros.

Los doctores Iñaki Piñuel, Robert Hare y Rick Harson lo retratan magistralmente. Algunas de las características y actuaciones típicas son:

“La característica principal es su capacidad de encanto que usan a gran escala en una primera etapa. Esta capacidad la ponen al servicio de un fin que siempre es un fin egoísta. Es un gran manipulador; seduce, presume de eso… Son superficiales…no hay fondo. No tienen emocionalidad, más adelante notarás (en una segunda etapa) ausencia de emoción o excesos, como sobreactuado, con comportamientos impulsivos, no tiene miedo, te da pena, te confunde… Tiene una enorme capacidad de mentir.

Como víctima estarás confundida, estarás llena de dudas, te sentirás incluso culpable (baja autoestima), “¿Es la persona que creo que amo o el monstruo que me lástima día a día sin piedad? ¿Soy yo?” (Disonancia cognitiva). Aquí es dónde detecta las vulnerabilidades y ataca sin piedad”.

Los psicópatas integrados son parásitos de sus víctimas; no aman, no sienten, son seres vacíos que necesitan de la emocionalidad de la víctima elegida, por eso generan tensión, para desbordarla.

Los psicópatas integrados no están enfermos, saben lo que hacen. Tienen plena conciencia de su crueldad, no tienen moralidad. Tienen un narcisismo maligno extremo. Por eso, las personas de buen corazón, generalmente empáticas y con baja autoestima (por diferentes motivos) son «carne fresca» para un psicópata integrado.

¡Corta totalmente! Hay que salir de ese círculo nefasto -sin testigos- de la tortura y el maltrato encubierto. No tienen límite, por eso eso es importante acudir a terapia para tomar esta decisión, el psicópata integrado es el más peligroso porque es muy difícil de detectar.